La red vial de Manabí se encuentra en un punto crítico, enfrentando desafíos significativos que han sido exacerbados por factores como la falta de intervención oportuna y los temporales invernales. Actualmente, el 60% de las vías estatales de la provincia presenta un estado de deterioro, con entre 20 y 30 puntos críticos identificados por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Esta situación ha generado una necesidad imperante de acciones correctivas y preventivas a gran escala.
A pesar de estos desafíos, la provincia de Manabí está experimentando un impulso considerable en la inversión y ejecución de proyectos viales. Un hito fundamental ha sido la aprobación de una garantía soberana por USD 43.4 millones, otorgada por el Gobierno Nacional, que permitirá a la Prefectura de Manabí acceder a un crédito del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF). Este financiamiento está destinado al “Programa de Conectividad Vial para el Desarrollo Productivo de la Zona Centro-Sur de Manabí”, considerado el proyecto vial más ambicioso en la historia de la provincia.
Paralelamente, el MTOP ha asignado USD 10 millones para la atención de la emergencia vial invernal hasta marzo de 2025 y tiene previsto invertir al menos USD 40 millones adicionales en proyectos de conservación y rehabilitación durante el primer semestre de 2025. La Prefectura de Manabí, por su parte, ha supervisado y ejecutado diversas obras de mantenimiento y construcción de infraestructura, incluyendo puentes y mejoras viales en comunidades rurales. La entidad Manabí Vial EP, actuando como brazo ejecutor, ha reportado un notable incremento del 120% en proyectos de construcción e infraestructura en 2022, lo que subraya su rol activo en el desarrollo vial de la provincia.
La situación actual en Manabí revela una marcada dualidad: por un lado, la provincia lidia con un deterioro vial generalizado y problemas crónicos; por otro, se observa una inversión estratégica sin precedentes en infraestructura. La admisión del MTOP de que “se pudo haber hecho más” en el pasado , contrasta con la magnitud de los proyectos actuales, como el “proyecto vial más grande de la historia”. Esta dicotomía sugiere un punto de inflexión crítico, donde la provincia está transitando de un enfoque reactivo a uno más proactivo y de desarrollo. La escala de la inversión planificada refleja una clara voluntad política y un compromiso financiero para transformar fundamentalmente la conectividad de la región, lo que podría generar beneficios económicos y sociales significativos a mediano y largo plazo.